Categoría: Obra

EL SUEÑO DE LA LIBERTAD


Editorial Atanino, dirección Antonia Contreras. Juguete tragicómico en dos actos de Laura Campmany. El sueño de la libertad fue estrenada en el Espace Senghor de Bruselas por el Grupo Atamino el día 26 de junio de 2002 .

El paraíso


Nací para acostarme con el alba después de culminar una escalera, decirle guten nacht a la portera y pintarme los párpados de malva. Nací también para quedarme calva y vivir amarrada a una pulsera, y dormir con mi propia calavera, y salir de ese túnel sana y salva. Nací para lanzarme al abordaje y beberme

El limón


Cada limón que muerdes es saliva que avanza en línea recta hacia la espuma del último veneno que se suma al áspide que flota a la deriva. Escribo tus promesas en cursiva y las desenmaraño, y se las fuma, a modo de venganza, Monctezuma, y sueño que he dejado de estar viva. Me encuentro un

Aire


Aire sin aire, que despacio vienes a abanicar los últimos compases de este vals que te pide que le atrases, al tiempo, las agujas de sus trenes. Aire, que en el fragor de los andenes te sacas de la manga varios ases, y hasta el humo te pide que no pases del íntimo precinto de

Hijo


Finalista del premio «Un millón por un soneto» – Junio de 1992 Tanta como te corre por las venas sangre de mí, te habite la hermosura, y que discurra por sueños, pura, tanta esperanza como vida estrenas. Que no te paralicen las cadenas. Que no te desarraigue la locura. Y que, pues nada eternamente dura,

CYRANO DE BERGERAC


Cyrano de Bergerac, Edmond Rostand. Prólogo de Jaime Campmany, traducción de Laura y Jaime Campmany. Colección Austral. Esta edición presenta la magistral traducción realizada por Jaime y Laura Campmany, respetando escrupulosamente la métrica en que habia sido escrita la obra original. En palabras de Manuel Martín Ferrand, esta versión «mejora el original del mismo modo

La visita


Al poeta Gerardo Diego Aún recuerdo, Gerardo, aquella tarde en que yo, con mi falda de colegio, tuve el valor de hacerle una visita. Usted me recibió como en pijama, no con pijama necesariamente, pero sí en zapatillas escocesas y un pantalón tan gris, que se borraba. Le acababan de dar un premio ilustre, de

Las fresas


Estoy desesperada por que vuelvan las fresas a salpicar ese rincón sombrío de mi humilde jardín donde el viento del Norte las puso, no sé cuándo. Ocurrió que al amparo de una piedra que por inadvertencia o petulancia se salvó del fragor de los escombros, prosperó una ramita caprichosa, un tallo retorcido, que luego se

Los gatos


Los gatos… ¡Ah, los gatos! ¿Qué mundos sometieron? ¿Qué imperios gobernaron? ¿Dónde aprendieron a entornar los ojos con la solemnidad de las persianas, a convertir en templos los rincones, a hacer de la arrogancia un atributo? ¿Qué extraña religión, qué logia extraña fundaron en concilio clandestino? ¿Cuándo, con qué intención se conjuraron para no combatir,

Los poetas


Cuando se mueren ellos, porque también se mueren, algo pasa en la calle, pero a nadie le importa. Las cancelas rechinan, sollozan los portales, los tejados embisten, se enfurecen las rosas. Las farolas pregonan que murió el Gran Borracho, ése que andaba siempre con el alma en la boca, y los tilos del parque ya