Por si ustedes lo ignoraran – les felicito por ello -, tengo el deber de contarles que Rodríguez Zapatero, como tan sólo unos pocos, y a diferencia del resto, no ha surgido de la nada, sino que tiene un abuelo. A ese abuelo lo mataron en la guerra, y lo lamento, y no dudo que
Romance del cafelito
Qué grasia tiene este payo y qué arte tiene, er jodío. Qué bien templó la muleta cuando en su propio cortijo, en su tele y en su casa, se puso tonto aquer tío y se atrevió a preguntarle – lo cuar que tiene delito – no lo que vale una finca, o a cuánto está
Romance de la Magdalena
¿Cómo iba yo a escatimarle una semblanza completa a la más extra-ordinaria de las chicas zapateras, que como ustedes bien saben, o por lo menos sospechan, es la ministra que llaman, por mal nombre, «Mandatela»? Su talento es un arcano, un misterio, su carrera, y es uno de esos enigmas que ni del Oso despeja
Romance del botellón
Parece ser que en España tenemos un nuevo sport que de puro apasionante, está causando furor entre los púberes patrios – ya canéforos o no –, y que en esencia consiste en ingerir mucho alcohol, a ser posible mezclado para que dé subidón, no en el recinto acotado de una boda o comunión, sino en
Romance del no a la guerra
Por lo que vengo observando, se colige, se diría que a la farándula patria, o sea, Bardem y familia, y a los actores que exigen a todas horas del día que las teles o el Estado les financien las películas, (ésas que sólo se traga quien se equivoca de fila), o no les gusta la
Romance del Buen Cenizo
En el presente romance me he impuesto como deber no nombrar a Zapatero – mecachis, ya lo nombré – por si acaso resultara que la zeta con la pe fuera una sigla perversa de insospechado poder capaz de hacer que un camello se muera en Suiza de sed y, si me atrevo a escribirla, de
Romance del Sebastián
Este romance, señores, se lo voy a dedicar al político más breve, a la estrella más fugaz que ha cruzado el firmamento de la esfera electoral, como una de esas Perseidas que esta noche se verán. El fenómeno que digo – ustedes se acordarán – pudo verse a ojo desnudo y dio bastante que hablar,
Romance de la Narbona
Para entonar el ambiente sin quedarme medio en bolas, me parece que ya es tiempo, me parece que ya es hora de dedicarle un romance a la ministra Narbona, pues con todas las sandeces que ha vertido esta señora, puede llenarse un embalse, recuperarse una flora, y hasta encontrarse un motivo para decirle tres cosas.
Romance de Zapatero el Hechizado
A José Luis Zapatero, ustedes lo habrán notado – se le ha puesto una mirada de profeta iluminado que me recuerda a un amigo, y, por más señas, al pavo que mi yaya compró vivo en Alguazas o Espinardo, y al que pusimos Onofre y con el que nos tratamos hasta que un día en
Romance del hombre del tiempo
No es que ya no me lo crea, es que ya no me lo creo que en el Levante, por Pascua acaba haciendo buen tiempo. Por lo que ya llevo visto, lo que por vieja sospecho, lo que por sabia anticipo y lo que muy bien recuerdo, ni en Torrevieja ni en Calpe, ni en