Romance de los cuatro amigos

Romance de los cuatro amigos

Hoy les ofrezco en primicia
una noticia cañón.
Resulta que el otro día,
mientras llamaba a Ecuador,
por mor de una interferencia
oí una conversación
de la que voy a ofrecerles
fidedigna transcripción
«-¿Chavezito?, soy Morales,
necesito hablar con vos… -.
– Sigue, Fidel, que te escucho.
Tú, Morales, please hold on -.
– ¿Quién es el remamahuevos,
el cretino, el esquirol
que se atreve a interrumpirme
en plena disertación? -.
– Es Evo, mi Comandante,
que me llama por la dos -.
– Señor Castro, al aparato
el Presidente español -.
– Vaya, el amigo Zapata.
No cuelgues, Chávez. ¿Aló? -.
– Hola, amigo, ¿necesitas
que te mande otro doctor? -.
– Estoy hablando con Hugo -.
– Perfecto, pásamelo -.
– ¿A que estuvo bien el cierre
de aquella televisión? -.
– Con la derecha canalla
no cabe otra solución -.
– Oye, Castro, que soy Evo -.
– Hombre, Morales, mi amol-.
– Morales, soy Zapatero,
¿cómo va lo de Repsol? -.
– ¡Comebolas! ¡Acusarme
de fullero y dictador! -.
– ¿Pero has metido en la cana
a toda la oposición? -.
– Estoy en ello, compadre -.
– Yo en cuanto tenga ocasión -.
– En Europa no es tan fácil -.
– No te me hagas el huevón -.
– ¡Señores, viva mi madre! -.
– ¡Viva la salsa y el son! -.
– ¡Que vivan los cocaleros! -.
– ¡Y el socialismo español! -.
– Vaya suerte que tuvisteis
de libraros de Charlot -.
– Ahora vivimos de muerte -.
– En Cuba, mucho mejor -.
– En Venezuela, de cine –.
– Y en Bolivia, de pistón -.
– A ese Bush, lo que le pasa
es que nos tiene rencor -.
– Porque se siente vencido
frente a nuestra coalición -.
– ¡Pues a por él, compañeros! -.
– ¡Viva la revolución! -.
Y así tomó la palabra,
y en horas no la soltó,
la más ronca de las voces,
hasta que el resto colgó.
Momento que aproveché
para también colgar yo
sin saber a ciencia cierta
si aquella conversación
que escuché por accidente
era un programa de humor,
o una cumbre a cuatro bandas
de política exterior.


Laura Campmany