Romance del Romancero

Romance del Romancero

Me han pedido en ABC
– y yo agradezco el encargo –
que publique un Romancero
en sus hojas de Verano
que glose las ocurrencias,
ofuscaciones y lapsos,
desatinos y penseques,
en suma, los patinazos
con que este Gobierno nuestro
nos ha venido obsequiando,
que es tanto como pedirme
que le haga puertas al campo.
Porque si aciertos ha habido,
los yerros fueron tan crasos,
que ni quitándoles hierro
se quedan ellos más flacos.
De suerte que les invito,
pongamos que entre dos baños,
a conocer las andanzas,
– lean ustedes «descalabros» –
del más noble caballero
que los siglos alumbraron,
y de alguno de sus fieles,
como Bermejo o Salgado,
sin dejarme a De la Vega
ni a Rubalcaba en el plato,
que pues ellos le han servido
con idéntico entusiasmo,
injusto fuera privarles
de recibir igual trato.
….
Por entrar en la materia,
por ir directos al grano,
les diré que nuestro héroe
Zapatero el Hechizado,
también llamado el Cenizo –
nació un 14 de marzo,
cuando, tomándole algunos
por un príncipe encantado
al que una malvada bruja
había convertido en sapo,
le aclamaron presidente,
por no tener que besarlo.
Desde ese instante, señores,
nuestro fingido batracio
fue perdiendo el color verde,
se nos puso colorado,
y en cosa de pocos meses,
a las primeras de cambio,
era el pasmo de la Historia
y el azote del Estado.
Se había inventado una mesa
para pactar con el diablo,
le había dado a Cataluña
un Estatut soberano
que tiene de progresista
lo que Artur Mas de templario,
y había metido al PP
en un rincón del armario.

Pero, como eso no es todo
y se me acaba el espacio,
desde este primer romance
les animo y les emplazo
a conocer los detalles
de tan sabroso relato
en los romances que sigan,
que van a ser unos cuantos,
pues, como salta a la vista,
con uno no doy abasto.


Laura Campmany