Romance de la Marcha Real

Romance de la Marcha Real

La Marcha Real tenía
una letra de Pemán
que, como todas las cosas,
se podría mejorar.
Aquello del “viva España”
es una barbaridad
que molesta al PNV,
le sienta al Bloque fatal,
y le toca las narices
a la Generalitat.
Como España es una cosa
que no interesa nombrar,
ponemos “viva el Estado”
y así no se cabrearán.
El dudoso “alzad los brazos”
pienso que puede colar
si aplicado al baloncesto
y a la liga NBA.
El “hijos” tampoco es grave
y lo podemos salvar,
pero luego eso “del pueblo”,
con su absurdo singular
(lo de “español”, por supuesto,
me lo tengo que cargar),
sin traicionar mucho el texto,
lo podemos reemplazar
por algo más impreciso
como “de la sociedad”
El “que vuelve a resurgir”
suena a facha y colonial,
y, con permiso de ustedes,
lo vamos a actualizar.
¿Qué les parece que escriba,
por ejemplo, en su lugar
un “que habita este país”,
que suena más natural?
Y lo de “gloria a la patria”
como bien comprenderán,
si la tal patria es España,
está en el himno de más.
Ponemos “gloria al partido”
(no hará falta decir cuál),
guardamos lo de “que supo”
(por saber, algo sabrá),
lo del “seguir” lo dejamos,
(en efecto, no se va),
y como “el azul del cielo”
es una imagen vulgar,
y tampoco me entusiasma
lo del “sol” y el “caminar”,
estos versos de la estrofa
los elimino y ya está.
Pero, pues no tengo ganas
de inventarme otro final,
el que quiera emocionarse
con el himno nacional,
siempre puede terminarlo
con el famoso «tachán».
Que es lo que hemos hecho siempre
y nuestros hijos harán
en tanto no comprendamos
que tan sólo en la unidad,
en la falta de complejos
y en otra clase de paz,
al fin seremos un pueblo
capaz de hacer realidad
ese sueño de justicia,
de esperanza y libertad
que qué hermoso sonaría
en una Marcha Real.


Laura Campmany