Autor: Laura Campmany

Una de mus


En cuanto envíe al periódico este artículo, saldré disparada hacia el Casino de Madrid – me refiero al clásico, el de la calle Alcalá – a participar en el Primer Campeonato de Mus que la Fundación “Ciudad de la Esperanza y la Alegría” tiene previsto celebrar allí con fines estrictamente benéficos. Lo que se recaude

Florencia


Me he venido a Florencia a lavar mis penas en el Arno. A preguntarle a esta ciudad de piedra acariciada, desmenuzada por el tiempo, quiénes eran los hombres que antaño la habitaron. Y quiénes somos nosotros, los que ya en esta página escribimos, con letra aún vacilante, el perfil de sus calles fruncidas, de sus

Evo y sus Ilegales


Lee este rap a la carrera, que es marchoso y se acelera. Adivina, adivinanza, ¿quién no llega, pero alcanza? ¿Quién le pide a Zapatero más paciencia y más dinero? ¿Quien nos tilda de ladinos sin que chiste Moratinos? ¿Quién espera a verse en Viena para hacernos la faena? ¿Quién es el hijo del Sol que

Guerra y paz


Esta tarde, si los niveles de indignación de buena parte de la ciudadanía están tan altos como imagino, se contarán por miles los madrileños de origen, adopción o destierro que saldrán a la calle a decirle al Gobierno que hasta aquí hemos llegado. Que ha costado siglos de Historia, partidas, leyes, fueros, compromisos, constituciones y

Si…


Seguramente conocerán ustedes el famoso poema de Rudyard Kipling titulado “Si” (“If”, en versión original). Se lo oí mencionar a Adolfo Suárez “junior” en una entrevista que le hicieron hace tiempo en televisión con motivo de la enfermedad de su padre, creo que refiriéndose a la dignidad. Explicó él, si mal no recuerdo, que esa

Paco Siesta


A Paco le conocimos el Vitorio y yo al poco de llegar a Bruselas. Digamos que en 1987 o, a lo sumo, en 1988. En todo caso, no mucho después de la adhesión. En la aquí famosa rue Archimède, el restaurante madrileño Villa y Corte acababa de abrir una sucursal homónima que tenía, a modo

Vargas Llosa y las visitadoras


El martes pasado, ni corta ni perezosa, me fui con dos amigas al Paraninfo de la Universidad Libre de Bruselas, en una de cuyas aulas daba una conferencia mi admirado y querido Mario Vargas Llosa. Llegamos con media hora de adelanto para conseguir un buen asiento, y les aseguro que no pecamos de excesivamente precavidas.

Romance de las Españas de Zapatero


Ni don Juan lo sospechaba, ni Abenámar lo sabía, que tan lejos de Granada tales prodigios habría. Que donde ruge el León y se termina Castilla, viniera un varón al mundo capaz de tales alquimias. Por no parecerse al Cid, que por Rodrigo atendía (y tuvo el muy poco tacto de hacerse una Reconquista), lo

Traiciones y sonrisas


A los traductores profesionales, entre los que me cuento, se nos acusa con frecuencia de traicionar los textos que traducimos, o sea, que conducimos a través de las lenguas. Somos como pastores de un rebaño que hubiera que trasladar por las cañadas del lenguaje de un aprisco a otro aprisco, y en ese camino sucede