Lee este rap a la carrera, que es marchoso y se acelera. Adivina, adivinanza, ¿quién no llega, pero alcanza? ¿Quién le pide a Zapatero más paciencia y más dinero? ¿Quien nos tilda de ladinos sin que chiste Moratinos? ¿Quién espera a verse en Viena para hacernos la faena? ¿Quién es el hijo del Sol que se queda con Repsol, y ama tanto – dice – a España, que con más pasión la engaña? Tal querencia es enfermiza, pues que así nacionaliza, no ya las aspiraciones, sino títulos y acciones (hoy por hoy te expropia un huerto y mañana un aeropuerto) de los únicos que damos medio kilo por cien gramos. ¿Quién es este rey desnudo que se finge tartamudo y de pronto hasta se atreve a pedir lo que nos debe? ¿Quién es éste matador que derrocha su valor con los mansos, los cabestros y los cuernos, si son nuestros?
Si el retrato te despista, voy a darte alguna pista. En una elección reciente le nombraron Presidente de un país americano, diz que primo y diz que hermano, donde andes lo que andes no te sales de los Andes. Si aún no sabes quién te digo, te comento que es amigo de Fidel el de la Habana, que al final le saldrá rana, y con Chávez compadrea, pero a ver quién se lo afea, pues con tanto hidrocarburo es chupado hacerse el duro. Y ya empieza a ser molesto prodigarle tanto gesto, y me da que como socio este menda no es negocio, y quizás nos convendría buscar fuentes de energía donde hallar mejores tratos y se cumplan los contratos. Yo concluyo que nos gusta la caricia de la fusta: tanto humillas, tantos vales, van diciendo los Morales, y en Bolivia manda huevos, pregonando van los Evos.
Si aún estás algo dudoso, el sujeto es ya famoso porque tiene las agallas de vestir jersey a rayas lo mismo en el Eliseo que si sale de paseo, y mejor en la Moncloa que si va a una barbacoa, no por falta de equipaje en el que le quepa un traje, sino acaso por ahorro, por pereza o por el morro, pero nadie le critique (que se rasque quien se pique), pues si más que un gobernante de los que roban con guante, eres todo un gobernata, lo que sobra es la corbata, y si más que un estadista con camisa de batista, vas de tronco y de colega, el vaquero es lo que pega. Por si en Babia te quedaras, lo diré más a las claras: con los códigos formales se hace un puro este Morales.
Se columpia, según creo, quien se tome a cachondeo a este tipo sinuoso, mezcla de cordero y oso, que ya ven que si le dejas te rebana las orejas y es, me temo, muy capaz, de sentar, allí en La Paz, sus augustas posaderas sobre nuestras petroleras con la excusa irrebatible de veréis cómo es posible, y el muy sólido argumento de veréis cómo me siento, y el gustazo fabuloso de robar a un poderoso con la espléndida intención de salvar a una nación (con propósitos tan buenos, ya quien pague es lo de menos), y el alivio que supone ver que nadie se le opone, y el placer que debe dar repartir y no cobrar.
Menos mal que a su Excelencia lo tratamos con paciencia, y por mucho que nos raye, le dejamos que se explaye, porque si alguien le mandara donde menos nos rayara, como poco nos caería, de vellón, la gota fría. Como Bush nos ningunea, que se joda cuando vea que también otras naciones nos endiñan bofetones. Zapatero es que es tan justo que también les da en el gusto. Yo ya me pongo a la cola, sólo después de Iberdrola, para que el que así lo quiera bien me guinde la cartera, bien decida con desgana que mejor lo hará mañana. Y pues somos una mina, este rap ya se termina, no sin antes proclamar que ya puesta a vacilar, les propongo un grupo nuevo liderado por Don Evo, y que tenga por solista a este líder populista, y por temas musicales sus Decretos Ilegales, que cultive el vallenato y nos deje en paz un rato, que se coma sus perdices sin tocarnos las narices, y si plata necesita, que le rece a Santa Rita.