Estoy en la T-4, en la cola de facturación. El Vitorio, nuestra hija y servidora regresamos a Bruselas desde Madrid, después de una semana erizada de pugnas y sondeos, excursiones frustradas a la sierra, imposibles visitas a la Feria del Libro y un tiempo como roto por el agua. En medio de la cola, alguien
Las reglas del juego
Este país no es serio. Y digo «este país» porque en eso nos hemos convertido. En este tinglado, este conglomerado de viruta pomposa, esta lata de variantes, este puzle de raíces y puntas, este parque de coches oficiales, esta cumbre de próceres canijos, esta oscura trastienda de pócimas y trueques, este palio confuso de banderas,
La hora de todos
Como estamos en plena campaña, hasta las piedras hablan de política. Ayer salí a comer a un restaurante, y el besugo, exquisito, no me soltó un discurso de milagro. Te dicen que ANV no es ETA-Batasuna. O sí, pero no tanto. O que en el escrutinio de las listas pudiera este gobierno haberse propasado. O
Madrid
Madrid es ella misma tres veces. Es la ciudad del humo y los clamores, donde nada se olvida. Son las tardes del Ritz un poco acartonadas, las lánguidas acacias de los blandos paseos, las tormentas de mayo, los salones de moda, las rosas del Retiro, los viejos palacetes, los cielos muy azules como un mar
Romance de los vídeos
Por fin he visto en la tele los vídeos electorales del Pesoe y del Pepé, los dos partidos rivales, y el de esa Izquierda que dicen que lidera Llamazares y que tiene de curiosa que al menos no es la abertzale. Le pasa, al vídeo lustroso del partido gobernante lo que a esos filmes profundos,
Paralelismos
Tony Blair se va del número 10 de Downing Street, donde se instaló hace ahora una década. Se va con el pelo entrecano, Guillermo hecho un hombre, la libra muy alta, Europa más british, Irak por los suelos, Diana en el recuerdo, Washington en deuda, Francia de aliada, y, para despedirse con un buen do
«Monsieur le professeur»
Por París pasan siempre las últimas ideas, aunque sean tan antiguas como una pirámide. Soplan vientos de cambio. Ahora pasa Sarkozy apenas florecido, ya casi bautizado presidente, como una catarata camino del Elíseo. Dice que va a devolver a los franceses, inventores del Tour y las etapas, el gusto por el duro pedaleo, esa buena
País
La Pantoja, la madre de la Pantoja, la ex novia de la Pantoja o el novio con tirantes de la Pantoja. Qué más da. Todo vale para hipnotizar a la gente con chismes y folklores: acordonar las calles para que pasen ellos, los supuestos famosos y sus guardias, o pintar de alcaldesa a la mujer
El paseíllo
Válgame Dios y qué buen color se le está poniendo a Iñaki, según se aprecia en las fotos que la prensa le saca cuando, por prescripción facultativa, sale del hospital a dar un paseo con la caída de la tarde. Se ve que el aire donostiarra, lo tenue, lo delgado o lo invisible de su
Los sueños
Cuando empecé a fumar, allá en mi adolescencia, soñé que mataba a una persona. Que le cortaba un dedo y lo envolvía en una tela gruesa, como de arpillera. Que abría, de noche, una especie de nicho en un muro encalado. Que dejaba allí el dedo. Que luego, no sé cómo, taponaba el boquete. Que