Categoría: Articulos de prensa

El mazo


El domingo – Dominus dei – nos vamos de elecciones. Como no soy gallega ni vasca, yo más bien me quedaré en casa, ante el televisor, con los ojos abiertos y el corazón partido entre el escepticismo y la esperanza. Entre el cansancio ante una inercia que se me antoja alienante y el deseo, casi

El perfume


Se ha puesto de moda la caza, con o sin licencia para matar. Es lo ameno de España: su intrahistoria furtiva. A poco que escarbes, te topas con una cacería vergonzosa. Aquí todo lo hacemos al revés de como aconsejan los libros de estilo. Primero la sentencia y luego el proceso. Primero convocamos una jornada

Romance de la cacería


Bermejo y el juez Garzón se han ido de cacería. Reconocen que se vieron en tierras de Andalucía, pero dicen que no hablaron de estratagemas o intrigas, autos de fecha oportuna u otros asuntos de miga, ni de Francisco Correa, ni de su trama explosiva, ni de Pérez “El bigotes” o el alcalde de Boadilla.

El ministro impaciente


A los diamantes se les conoce por su talla, al oro por sus quilates, a las perlas por su oriente y al ministro Sebastián, por sus extravagantes ensoñaciones, que van de la zeca a la meca, o del caño al coro, con el mismo aplomo, y el mismo destino, que el cántaro de la lechera.

Las caras


¡Pobre Zapatero! En su actuación televisiva del pasado lunes, la camisa, literalmente, no le llegaba al cuerpo. A lo mejor era un truco del realizador. Como bien saben los expertos en imagen, en tiempos de zozobra conviene presentar a los dirigentes con aspecto demacrado, para que se les note el sin vivir y se les

Mingote


Quiero felicitar a Mingote, aunque sea con retraso. Y aunque tanta tardanza, en este caso  – a algunas ceremonias es casi de buen gusto llegar tarde -, tenga poco que ver con la elegancia, y sí con el despiste, con el amor sentado, con mi propia batalla, que él conoce, y con este reloj desajustado.

La guerra de los buses


Al parecer, circulan por Barcelona autobuses que proclaman, como con Teruel, pero a la inversa, la inexistencia de Dios. Lo más curioso es que, partiendo de esta premisa, se invita al personal ambulante a gozar de la vida sin freno, según la lógica implícita de que ni habrá premio para las buenas acciones, ni castigo

La inocentada


28 de diciembre. El Vitorio, mi hija y servidora nos disponemos a facturar nuestroequipaje en el vuelo Madrid-Málaga que, en teoría, despegará a las 11.50. Traemos losasientos reservados desde Bruselas. Y empiezan las bromas. Con el tercer billete, salta el“overbooking”. Hacía tiempo que no volaba con Iberia y casi había olvidado esa palabra. Nosdan tres

El banco del trueque


Entran ganas, a veces, de bajarse de la modernidad, de los soberbios rascacielos, sólo aparentemente cristalinos, de las pantallas fosforescentes del portátil, de los hemiciclos durmientes o vacíos, de los fuegos cruzados, de las flores de harina sospechosa, de los impuestos revolucionarios y hasta del tren de alta velocidad, cuando le tapan la boca. Dan

La lotería


Les confieso que me producen vergüenza ajena – por mejor o peor nombre alipori – esas imágenes que cada 22 de diciembre, y casi siempre desde la puerta de un bar, nos ofrece la televisión española de los ganadores del Gordo, o el Flaco, de nuestra entrañable Lotería navideña. No sé si por efecto del