Ha dicho el señor Carod Rovira, con su habitual delicadeza y su profunda sensibilidad social, que si los catalanes, de los que al parecer se siente indiscutible portavoz, aportan recursos al Estado, es para crear empresas, no para que Extremadura tenga más funcionarios. Al conocer esta declaración, no he podido evitar imaginarme al susodicho con
España Aventura
España es en sí misma una aventura capaz de ofrecerte, a cualquier hora y gratis total, todas las sorpresas, emociones y riesgos de un buen parque temático. No necesitas montarte en una montaña rusa, ni en el túnel del miedo, ni en la lanzadera espacial, para darte un balón de adrenalina. De erizarte hasta el
Amalia
Vuelo con mucha frecuencia. Cada vez que el avión de turno se dispone a despegar o a aterrizar, miro a mi hija, que suele sentarse a mi derecha, y me santiguo. Es un gesto instintivo, con el que le pido al Dios de las turbinas, que está hecho de recursos, disciplina y prudencia, que al
La visita del capitán
Hace ya muchos años, hice un crucero por el Mediterráneo con mi familia. Cuando bajamos al comedor para elegir mesa, nos dijo el “maître”, que hablaba italiano, que ya no quedaba ninguna con vistas al mar, pero sí con vistas al “capitano”. Aquello nos consoló muchísimo. En el autobús que nos llevó de Haifa a
Nadal
Este muchacho, Nadal, es un rompecorazones. Ya se ha llevado el Garros al huerto en cuatro ocasiones, y aunque Wimbledon, so far, le ha dicho siempre que nones – al modo de doña Inés antes que al de Maritornes –, no ha tenido más remedio que rendirse a sus amores. De este chico de Mallorca
Despistes
Hay que ver lo despistada que anda últimamente la gente. En mi refugio de verano, quizás por efecto de la belleza natural circundante, a las autoridades locales se les ha olvidado utilizar la estela de euros que dejan a su paso los turistas para sanear las playas, adecentar las aceras, vaciar los contenedores, remozar las
Crimen y castigo
En un país decente, no estaría en libertad, todavía joven y con el pulso firme para escribir – pongamos – una ominosa carta, ufano de haber hecho lo correcto, un individuo que se ha cargado a veinticinco personas, ha dejado en pellote a la justicia y piensa, por lo pronto, dedicarse a lucir su rostro
Los loros
Para multiplicarme el verano, me he traído a la playa un libro de cuentos de Gerald Durrell que acaba con uno titulado “Un loro para el párroco”. El protagonista – o sea, el loro – se llama Moisés y suelta por esa boca unos tacos tremendos y unas no menos tremendas obscenidades. Al portero del
Leopoldo Alas
Eres absurda, muerte. Entiendas o no entiendas. Tonta como una mueca desabrida, como una serie tonta de verano, como un suelo rugoso por el que no corrieran las canicas, como un hechizo torpe y nunca pronunciado, como un hotel sin puertas, como el polvo y el humo con los que tanto tratas, como un cajón
Verano azul
Azulea el verano de calor, desaliento y abandono. Los hoteles, en pleno mes de julio, aún están medio llenos, lo cual vale decir medio vacíos. Si aún te quedan tres duros en el gato, eres el rey del puerto. Para cenar tranquilo a la luz de la luna, ni tienes que hacer cola, ni precisas