Categoría: Artículos en contraportada de ABC

Liberales tranquilos


No está mal que un periódico se mantenga durante más de un siglo fiel a sus tonos y principios. Que lo haga aunque el régimen, o los vientos, o la impaciencia soplen en dirección contraria. Si uno es cristiano, debe proclamarlo aun bajo el diente del león, de igual modo que si uno es subversivo

El estrés


¡Dios mío, qué estrés! Qué acento agudo sobre los pliegues del entrecejo. Cuánto tardan los autobuses del día a día, y con qué chirrido de gozne se detienen ante la puerta de tu abrigo o bajo el techo de tu paraguas. A la oficina, siempre se llega cinco minutos tarde, cuando alguien te busca o

Bajo el velo


He leído últimamente varios libros escritos por autoras musulmanas. Creyentes – afirman ellas -, pero críticas con la interpretación que sus países, gobernados por y para el hombre, imponen del Islam. No sé si hará falta precisar que se trata de mujeres rebeldes, a veces perseguidas. Porque si no fuera así, no habrían tenido ni

Volver al Lago


A mi padre lo han designado “autore favorito” entre los finalistas del premio de periodismo “Giuseppe Mugnai”. El fallo y la entrega tendrán lugar mañana en Belgirate. El Lago no será una bandeja de oro, como cuando él lo contemplaba. Las aguas del Ticino bajarán revueltas y otoñales. Los macizos de hortensias, ya perdido el

Semáforos con faldas


En Fuenlabrada, como saben, a la mitad de los monigotes de los semáforos van a ponerles coleta y falda. Para significar, me imagino, que las mujeres también parpadeamos, nos encendemos, cambiamos de color o de camisa, avanzamos, nos detenemos, tomamos una postura, nos amoldamos a nuestro tiempo, marcamos el paso, nos rompemos, intentamos llegar a

Bagdad Café


Así se llama la película más hermosa que conozco. No es mucho lo que pasa. Un hombre detiene su coche y deposita a una mujer, con su equipaje, ante un motel de carretera perdido en el “Far West”. Ella es visiblemente alemana y extremadamente meticulosa. Pesa mucho y habla poco. Pero las palabras que calla,

La soga


He tenido esta noche un sueño extraño. Me encuentro en una estación de autobuses y nadie sabe decirme cuál de ellos conduce a mi destino. Me subo al primero que arranca. Pero, una vez en marcha, compruebo que el autobús, lejos de dirigirse a la ciudad, se interna por caminos cada vez más agrestes, cada

Leonor


Es linda, la zagala. Toda vestida de blanco, erguida y circunspecta, empieza a parecerse a su primer retrato. Se parece, también, a una página nueva, a una estirpe distinta, a un bautizo de fuego, a un frufrú de faldones, a un perfume de nardos, o a esa mujer entera que tal día – quizás recordaremos

Los vivos y los muertos


Digo yo que los muertos, mientras los vivos juegan a la vida, tendrán sus propios mapas. No es posible que estén hechos de viento, igual que no se borra la mancha de la tinta. No puede ser que se hayan extraviado, que se hayan dispersado de una forma tan honda. Digo yo que no puede